Estás relajado en casa, pensando en tu próxima aventura casera y ¡zas! Se te ocurre la idea de preparar tu propio que es kefir de agua. Suena exótico, ¿verdad? Es como un proyecto científico divertido, pero con un final delicioso. En primer lugar, si ya has probado a fermentar Scoby Kombucha, no será tu primera experiencia. Pero si eres un novato, no te preocupes, tenemos lo que necesitas.
¿Qué pasa con el kéfir de agua?
Imagina, por un segundo, una poción de salud sacada directamente de la botica de un mago. Eso es más o menos kéfir de agua, una bebida fermentada hecha con granos de kéfir de agua. Estos granos, o más bien, una colección de bacterias y levaduras, son pequeños potenciadores de la salud. ¡Es como un cofre del tesoro probiótico!
Ingredientes que necesitarás
Muy bien, arremángate y ensucia tu cocina con estas cosas:
– Granos de kéfir de agua: la estrella del espectáculo.
– 4 tazas de agua: preferiblemente sin cloro.
– ¼ de taza de azúcar: cualquier tipo funciona: cruda, blanca o morena.
– 1 rodaja de limón: agrega un toque ácido.
– Una rodaja de jengibre: opcional, pero realza el sabor.
– Fruta seca: como higos o albaricoques para darle un toque extra.
– Un frasco de vidrio: tu recipiente de fermentación.
– Un paño o filtro de café: para cubrir el frasco y mantener alejados a los invasores.
La magia de la fermentación
Aquí es donde comienza la diversión.
1. Disuelve el azúcar en agua. Es como hacer un baño azucarado para tus granos de kéfir.
2. Agrega los granos de kéfir al frasco. Sí, solo tíralos.
3. Agrega la fruta seca, la rodaja de limón y el jengibre. Estos le agregan sabor y nutrientes adicionales a los granos.
4. Cubre el frasco con un paño o un filtro de café y sujétalo con una banda elástica. Esto le permite respirar.
5. Déjalo fermentar durante 24 a 48 horas a temperatura ambiente. Mantenlo alejado de la luz solar directa y de las pequeñas y curiosas manos.